El autor

Mucho ha cambiado desde que me metí en el mundo blogger. Cuando miro atrás y caigo en cuenta que llevo casi una década escribiendo material web, me siento como si hubiese pasado menos tiempo, y casi en sincronía, me veo más viejo.

Lgido es otro de esos escapes que tuve cuando existía Mis Raros Pensamientos (2007 en Blogger, 2008-2010 en Wordpress) y una ventana paralela a mis actividades con Avcryp, el bastión antireggaetón que levantó tierra en sus mejores momentos. El blog personal es la oportunidad que tengo para no estancarme y darle rienda suelta a todas esas ideas que se quieren salir de mi cabeza. Lo sé, es cliché eso, pero no hay una mejor manera de explicarlo.

El estancamiento es terrible, porque me orientaría a escribir de una sola cosa. Dentro del periodismo es fácil si te acostumbras a una sola fuente. Por eso, entrenaba mis letras cada cierto tiempo. Eso me ayudó en periódicos a resolverme en las fuentes que cubrí. Los blogs salvan mucho.

Soy más escritor que periodista, porque el segundo vive del día a día y lo documenta. Yo puedo hacer eso, pero llego a sentir cansancio de ello. Por eso, soy más de los textos web, y eso me llevó a tomar parte en la creación de Escritósfera, donde tengo una combinación de esas dos cosas.

¿Cosas que recuerdo del mundo blogger? Por nombrar unas: la tormenta de arena del black metal/reggaeton que hice hace ya cuatro años, los constantes roces con Daguín y Romeo, y por último, la divertida demanda que otro reggaetonero desconocido y creído trató de ponerme. Me río demasiado de todo eso.